te quiero con esas libras de más, sin sostén, sin ataduras… con la sonrisa siempre naciendo desde el alma… volviendo posibles los imposibles… abriendo puetras y ventanas dejando que el viendo alborote la habitación, tu pelo y tu vestido…
que las lagrímas corran si tienen que correr, que el llanto nazca sin censura y que pasada la tormenta renazcas más bella y radiante nunca…
llenando el vacío con un grito, con un gemido, con tu luz… que el mundo entienda que vinimos a festejar, a vivir, a perder, a ganar… que no estamos para desperdiciar el tiempo y que cada segundo a tu lado jamás será un perdida de tiempo…
soltando todo lo que hay que soltar y largarse cuantas vences haya que largarse… así sea a cien metros ó a miles de kilometros de donde nos vieron nacer…
porque cada latido del corazón es uno menos que daremos pero a la vez es uno más que nos mantiene con vida… no me vengás a decir que dejemos la muerte de ladom porque está bailando cada compás con nosotros… no la ayuntés, es imposible… saludala, reite con ella y hacela tu mejor amiga…
dejala que te recuerde que el tiempo se acaba y que un día ninguno de nosotros estará aquí para contarlo, asi que insisto… dejá las ataduras, el sostén y ese equipaje de más en el armario… que la brisa ya se convirtió en ventizca y no ocupamos nada más que tomarnos de las manos…