Autor: thar

recuerdas a julito? caminando por las calles como si el tiempo no existiera. Pensando siempre que nada iba a pasar, despreocupado y cabizbajo la mayoría del tiempo. Con sus zapatos agujereados de tanto andar. No se daba ni cuenta que las niñas del barrio morían por él. Lo único que tenía en su mente eran las palabras de la mujer más vieja del barrio. «…nunca me voy a morir» lo había dicho con tal convicción aquel día, que hoy años después, él aún pensaba si eso era posible…

esta tristeza la llevo hace años.. más allá de la primera vez que te perdí… más allá de aquella vez que decidiste cambiarme por mi sangre… más allá de cuando el rumbo nos separó… o de cuando entendimos que juntos no era la solución… no… esto va más allá de todo eso… remonta más allá de la infancia… de la ausencia de caricias… no sabría ni siquiera nombrar su origen… es algo que viene desde el alma… es la razón de por qué siempre me he sentido solo… de por qué aun con tus besos siempre busco algo más… no en otros brazos… no en otro espacio… no en otro tiempo… es una añoranza que acompaña… que es cómplice y discreta… no ocupa de pancartas ni de manifestaciones… es la que de un pronto a otro me hace cuestionarlo todo… y me deja a la espera… de lo que no es… de lo que no existe…

Paso a paso, lentamente construye, con calma imbatible, cada nota va más allá. Cada allá más profundo… En lo profundo el llanto… De amor, de vida… tan sencillo como un suspiro.

No hay respuestas, solo entrega, pasos ciegos, tumbos muertos, silencios eternos, parajes áridos de ríos secos. Intenta alejarse… No puede… Pausa el paso, Toma aire, palpa el viento… Día o noche… da lo mismo todo viene del más allá… de la esencia… Donde encuentra la fuerza, donde no hay nada, donde ni siquiera se es… ahí donde nace el llanto…

El mundo dejaba de existir
en cada acorde
se perdía en su voz
en la tonada que
nacía de sus dedos

El tiempo no avanzada
a la espera de poder ser
transformando todo en luz

La miraba de reojo
mientras intentaba
poner en palabras
lo que los besos habían
dicho hace un instante
lo que las caricias habían
detallado en su piel

Solo podía estar en silencio
agradeciendo a la vida
cada instante que le
regalaba junto a ella
mientras la lluvia caía

El mundo ya no tenía importancia
Sus ojos ya no eran el sol
Cigarro tras cigarro
consumía la vida

Rebuscó entre papeles
aquella única carta
que le había escrito
alguna vez

Sabía que ya no tenía sentido
aún así la buscaba desesperado
Como si ella guardara el secreto
de su regreso

Ahogado en llanto
cayó tendido al suelo
Con papeles dispersos
Por doquier pero ninguno
Era el que necesitaba

La tarde se encargó del resto
Trajo consigo la lluvia
y más clara su ausencia

Agotado
encendió el que sería
su último cigarrillo
y con él todo
lo que había a
su alrededor